Acá va un artículo donde se desliza la necesidad de actuar en contra del gobierno sirio. Este artículo apareció antes del intento fallido en la ONU de sancionar a Siria y refleja la posición francesa.
AYUDAR, ESCUCHAR, REFORZAR LA OPOSICION SIRIA
La oposición siria se está organizando. Es sólo un primer paso, pero alentador.
Al llegar el sábado 1 º y el domingo 2 de octubre a Estambul, Turquía, para dar una una estructura a su directiva, el Consejo Nacional de Siria (SNC), la respuesta contestataria al régimen de Bashar al-Assad, termina por llenar un vacío que no puede ser utilizado por este último recurriendo a la retórica habitual: ". Yo o el caos"
El CNS reagrupa una amplia gama de posiciones que van de la Hermandad Musulmana a los liberales, de los actores del "interior" a los exiliados políticos de larga data.
Desde mediados de marzo, el poder sirio ha desplegado sin atisbo de piedad, toda la parafernalia de medidas represivas contra una revuelta que nada - ni la muerte, ni la tortura, la prisión, los secuestros - parecen haber intimidado.
En Estambul, todos aquellos que han decidido levantarse en contra de la deriva sangrienta de un clan concentrado en su sola supervivencia, han enviado un mensaje claro. El CNS no es menos legítimo que un poder que no duda en recurrir a todos los medios, en territorio sirio como en el exterior, como lo demuestran los testimonios que publicamos en esta edición, para aplastar o silenciar a todos aquellos que no están de acuerdo.
La directiva de la CNS, en parte compuesta por reconocidos intelectuales, es una tajante desmentida al discurso oficial sirio que reduce incesantemente la protesta que lo desafía a la actuación de bandas armadas, en ocasión yihadistas.
Una construcción común, un frente anti-Al-Assad, después de un primer intento fallido en el 2005, no era evidente. A las divisiones históricas que oponen los liberales a los islamistas, se añadía la dificultad de no poder organizarse, como fue el caso de Libia, en febrero, en Benghazi, en una parte del territorio liberado del yugo de un aparato de seguridad que puso bajo un fuerte control al país durante medio siglo.
La creación del CNS y la reafirmación del pacifismo de la oposición se dan en el momento en que se va perfilando desde distintos lados, la tentación de pasar a la lucha armada, que sería aprovechada por el régimen para justificar una represión centuplicada .Los antecedentes, nos atrevemos a decir, parecen ir en esa dirección.
La organización de la protesta era necesaria, pero hay dudas de que sea suficiente para sacudir el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, especialmente, y los países emergentes, que se refugian en el indeterminado rechazo de la injerencia en los asuntos internos de otros países para justificar un silencio culpable.
A la comunidad internacional, el CNS no reclama una guerra a una familia que ha impuesto periódicamente grandes sacrificios a un país, sino simplemente la protección de las personas que se oponen a ella.
Esta voz debe ser escuchada y el mensaje repetido incesantemente. Por cierto, muchos expertos consideran que el régimen no sobrevivirá mucho tiempo a la prueba y que el valor admirable de aquellos que lo desafían terminará por ganar. Esta lectura optimista no dispensa de la acción. Todo lo que pueda fortalecer al CNS deberá ser intentado.
Título original: Aider, écouter, conforter l'opposition syrienne, en http://www.lemonde.fr/idees/article/2011/10/03/aider-ecouter-conforter-l-opposition-syrienne_1581409_3232.html
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